Aquí os dejo un cuento precioso y con múltiples posibilidades. No encuentro ninguna fotografía del día en el que lo trabajamos (igual estábamos demasiado manchados para sacarla, podría ser...), pero os cuento igualmente cómo hicimos.

         Colocamos tres barreños con algo de pintura (sí, barreños, porque nosotros necesitamos todo a lo grande) y le dimos al peque un conejo (lo hicimos en sesión de esta forma, en el cole utilizamos un conejo y se lo fueron pasando). Era un conejo de madera que teníamos de algún juego que se había perdido.

        Fuimos leyendo el cuento y "dramatizándolo" mientras metíamos el conejo en pintura, verbalizando nuestros pensamientos sobre lo que iba a ocurrir.

        Para "dramatizar" la ducha utilizamos otro barreño con un pulverizador de agua (acabamos utilizando el agua sin el pulverizador porque llegaba un punto que al tumbarlo para echar, no salía agua).

         Les encantó el cuento y la idea y nos lo pasamos en grande!